Con un poco de hilo de sisal y/o washitape se pueden hacer maravillas. A modo de jarrón o portavelas quedan monísimos. Aquí algunos ejemplos de cosecha propia:
En este caso sirvieron de atrezzo para mi sesión pre boda. En un entorno rural como en el que estábamos quedó muy acertado.
En mi boda también hubo cristal por doquier, durante meses mi familia y amigos me ayudaron a reunirlos. Con un poco de paniculata quedaron perfectos.
Aquí mi último descubrimiento. Pintando las tapas y añadiéndole algún elemento decorativo quedan geniales para guardar botones, los lápices de colores de los niños, o para la cocina. ¡Todo es echarle imaginación! A mi me han venido geniales para regalárselos a un par de amigos que recientemente se han independizado ;)
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