Tienen infinidad de posibilidades, y cada vez más, se ajustan a todos los bolsillos. En mi boda lo utilizamos hasta la saciedad: Para hacer etiquetas, en las bolsitas de papel craft donde entregamos un detallito a los invitados, en las postales vintage que usamos a modo de libro de firmas, en el posterior álbum de boda, etc...
Qué, ¿Te ha entrado el gusanillo de tener tu propio sello de boda?
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